TRES SENCILLAS PALABRAS QUE NOS MANTIENEN ATADOS
– Un círculo perverso que le da el control a un pequeño grupo sobre todo el país.
¿Cómo se sostiene un sistema corrupto?
Lo podemos expresar en las ideas que encierran tres palabras, dentro de un círculo perverso: Pobreza, Hambre y Dependencia.
El sistema perverso de los políticos y funcionarios públicos inicia con generar la pobreza, tal como lo han hecho los partidos políticos de PRI y del PAN.
Se inició con un modelo económico denominado neoliberal. Este modelo está cargado de ideología capitalista en una forma extrema. Sus principales políticas están basadas en el mercado, por lo tanto el gobierno no debe poseer bienes ni proporcionar servicios.
El primer paso lo dio Miguel de la Madrid al iniciar el proceso de venta (regalo al sector privado) de todas las empresas públicas, continuó Salinas de Gortari vendiendo el sistema bancario (de hecho, lo regalo a sus amigos), con grandes fraudes, entre ellos las utilidades de la compra venta de Banamex por la cual no se pago impuesto alguno; Teléfonos de México lo regalo al multimillonario Slim.
Los ex presidentes Ernesto Zedillo, Fox y Calderón continuaron con el modelo neoliberal, hasta llegar al actual presidente Peña Nieto, con la reforma energética, que no es otra cosa que regalar el patrimonio nacional a los extranjeros.
Conforme se iba implantando el modelo neoliberal, fue avanzando la pobreza, la delincuencia y la corrupción.
Se llegó a la primera meta: generar POBREZA que no es otra cosa que carecer de lo necesario para vivir y con ella avanzó la carencia educativa y la pobreza de ingenio.
¿Y cómo se llegó a la pobreza? se implantaron bajos salarios, se eliminó el apoyo al campo y a la pesca, nuevamente se empezó a explotar la mano de obra en las minas; se agredieron los territorios de los pueblos originarios, etc.
Como consecuencia se llegó a la segunda meta: el HAMBRE. expresada en que gran parte de la población tiene carencia alimentaria, luego entonces se crearon los programas asistencialistas clientelares.
Dentro del desarrollo de estos programas, llegó la corrupción sin límite (situación de la que nunca se enteró el candidato Meade…).
La mesa quedo totalmente puesta: se generó la DEPENDENCIA, que no es otra cosa que un estado mental y fisiológico patológico, donde la población en estado de pobreza y pobreza extrema NECESITA de un determinado estímulo (despensas, tinacos, ayudas en efectivo, etc.).
La elite política y unos cuantos del sector privado se benefician de ello y lo defienden y lo van a defender endemoniadamente, valiéndoles nada la pobreza en que vive la mayor cantidad de población en nuestro país.
Así es como se vive el engaño de la supuesta democracia mexicana.
Insisto nos hace falta educación, educación y mas educación.