“¡Pásele, pásele güerita… escoja lo que más le guste: violencia, cambio climático, circos electorales, tenemos de todo en San Huicho!”
– 2018 ha sido un año “atípico”… de cosas que ya se vuelven típicas para los potosinos…
Al hacer un recuento de todo lo que ha sucedido en los meses recientes, podemos confirmar que ha sido un año bastante atípico y no solo por el período electoral, sino en general; la verdad, parece mercado o botica, pero los anaqueles están llenos de cosas que no son tan atractivas…
Como ejemplos tenemos varios: el número de asesinatos, el incremento en la crueldad de estos y que llegan a sectores que antes parecían intocables como menores de edad.
Además la naturaleza se ha rebelado y los climas comienzan a ser más extremos en todas las ciudades, incluyendo la nuestra, a pesar de que siempre teníamos un clima templado y cíclico.
En el ámbito político, el proceso electoral arrojó resultados que nadie se esperaba, además de que se pudo comprobar que nada está escrito, ni las encuestas; es más, ni las de las casas encuestadoras de mayor renombre pudieron prever que sus resultados estarían, en algunos casos, muy diferentes a los resultados finales.
Pero además, los perfiles por los que nadie, absolutamente nadie apostaba, en los próximos meses tomarán protesta como funcionarios, ya sea en diputaciones, senadurías e inclusive alcaldías.
Algo que tampoco era ya común ver, fue la cantidad de impugnaciones, no solo para la distribución de diputaciones locales, sino también en regidurías y alcaldías; por lo que el Tribunal Electoral tuvo oportunidad de mostrar que sí trabaja y bastante, de hecho, esto parece un «sube y baja» entre suspirantes y candidatos y el caso más particular, es la versión aldeana de «Kramer vs Kramer» (por aquello de la ruptura de la otrora ideal gran «familia» del panismo potosino), entre Rubén Guajardo y Marcela Zapata (la hija de Alejandro Zapata)… ¡hágame el refabrón cavor!; la verdad, el argumento que esgrime la aun regidora para bajar a Guajardo (que dicho sea de paso, si bien es bastante alzadito en lo personal, es también un efectivo operador político y la razón por la que Azuara Zúñiga ganó la presidencia estatal de ese maltrecho partido), es una monumental vacilada y es llevar a los límites la famosa paridad, pues ahora es una agresión contra los derechos… ¡de los hombres!.
En rubros como seguridad, lo cierto es que nadie tiene una varita mágica como para dar pronta solución a los conflictos que se viven hoy día, sin embargo nuestras autoridades parecen descordinadas y más preocupados por atender asuntos irrelevantes (como reprimir la operación del sistema “Uber” en la capital, que a todas luces se ve más como un conflicto de intere$e$, a una preocupación real por brindar los mejores servicios a la ciudadanía) y que quizá es el nivel que tienen de atención, que lo realmente importante.
Y es que cada vez es más común enfrentarnos a asaltos y robos violentos a mano armada, ahora ya en pleno día… ¡y justamente atrás del Palacio de Gobierno! y a la menor provocación recibir una agresión de cualquier nivel; y al acudir ante las autoridades por protección, caemos en cuenta que ya no sabemos qué es peor, si el asaltante o las personas encargadas de brindar seguridad.
El punto es qué tal parece que tenemos dos metas y no se sabe cual se logrará primero: si acabar con el planeta (contaminación, abuso de recursos naturales, uso de armas químicas, guerras y alteración de los procesos ambientales naturales) o bien, acabar con el ser humano mediante una muy retorcida selección natural, en donde no precisamente quedan los mejores o los que se adaptan más rápido, sino los que la violencia y las armas permiten que lo haga.
