¡Cangrejos, a compás; un paso pa’ delante, doscientos para atrás…
* O de como nuestros gobiernos insisten en suicidarse… ¡y nos llevan a todos entre las patas!
Tanto se esperaba de la 4T, que poco a poco algunos, los más afectados o que no han caído en fanatismo, se dan cuenta que nada más algo no funciona en el gobierno transformador de López Obrador, quien pareciera que sigue en campaña, prometiendo y diciendo que sus antecesores en el poder deshicieron al país, lo cierto es que con todo y las “pruebas” que tanto el cómo su equipo han presentado, la crisis que se vive hoy en todos los sectores hacía mucho que no se veía. Quizá entre lo más sensible y que suponemos no fue bien pensado, es la eliminación del Seguro Popular, que entre que se ponen de acuerdo si sí sigue o no, o cuáles son sus limitantes, muchas operaciones y servicios se han visto eliminados o anulados, en perjuicio de personas que no cuentan con los recursos necesarios para realizarse los procedimientos en un servicio particular y por ende, se han incrementado los problemas en el sector salud.
Sin embargo, no es lo único… están las becas a estudiantes, el no apoyo a estancias infantiles y en especial, lo que todos esperábamos como una promesa segura: disminución del precio de la gasolina, que lejos de eso, ha incrementado su costo y mes tras mes tenemos patente la amenaza de se retirará subsidio federal para que su costo no se dispare aún más arriba de los 20 o 23 pesos, según sea el caso.
A nivel estatal, siguen las quejas principales siguen encaminadas al sector de seguridad y no es para menos, el reciente asesinato/atentado o lo que haya sido, en una supuesta fiesta «rave», en la que perdió la vida un dj israelí (avecindado desde hace algunos años en el país), volvió a prender los focos rojos en la capital. Este caso sonó y bastante, por la posibilidad de un conflicto diplomático entre las dos naciones. La Fiscalía General del Estado asegura tener resuelto el asunto, pero no es lo único. Basta ver día a día la página roja de cualquier medio y lo que verá son un buen número de casos de robo, asaltos, atentados, asesinatos, feminicidios, fraudes y un gran etcétera.
Quizá lo que pasa es que no queremos verlo, porque lo normalizamos y preferimos seguir pensando que eso no nos va a suceder, pero lo cierto es que lo que antes le pasaba “al primo de un amigo”, ahora le pasa a nuestros más cercanos familiares o amigos. Ya ninguna zona es 100% segura, prueba de ello es que hasta una tienda ¡frente a la Fiscalía! fue asaltada a plena luz del día ¡con todo y armas…!
Quizá no solo el problema es la inactividad de nuestras autoridades, sino la falta de empatía de la ciudadanía y el uso de armas más especializadas, que hace que la gente prefiera pasar de largo antes de ver comprometida su identidad e integridad. Sin duda una tarea complicada la de nuestras corporaciones policíacas, quienes deberán también generar nuevas y mejores estrategias para el combate a la delincuencia.
Por el Ayuntamiento las cosas no van mejor: Si bien las denuncias presentadas (de las que hasta ahora no tenemos noticias de que, por lo menos, hayan mandado llamar a alguno de los denunciados), han sido una alerta de cómo dejó la administración de Gallardo Juárez, lo cierto es que tampoco se ve que la de Xavier Nava haya realmente arrancado, a pesar de que está a punto de cumplir un año. Y es que, si bien sí han desarrollado programas y han llevado a cabo acciones benéficas para los potosinos, esa terquedad de anteponer y evidenciar lo malo de los antecesores en lugar de promover lo bueno propio, lo ha colocado en una muy mala posición ante los ojos de la ciudadanía, quienes sí quieren que se castigue la corrupción, ¡pero también queremos ver lo que se está haciendo por la ciudad y la gente!
Aunado a esto, es de suponer que la inexperiencia y la falta de criterio (y quizá la necedad de no aceptar que es necesario escuchar a quienes saben) los ha llevado a cometer errores garrafales, que sin duda, sus rivales políticos han sabido aprovechar, para hacer una buena campaña negra, que a veces les funciona bien y a veces mejor.
Prueba de ello el caso de la abogada de la Oficialía del registro Civil Número 11: En el video, se ve que Teresa Carrizales se aferra con uñas y dientes a su escritorio y al mismo suelo; en el forcejeo ella salió lastimada, pero la autoridad se llevó la peor parte, la opinión, no mala, ¡sino pésima!, de la ciudadanía, quienes prefieren ver a las corporaciones policíacas combatiendo el crimen y la inseguridad, que desalojando a una abogada de una oficialía. De quién tiene razón, pues ellos se deben poner de acuerdo o las autoridades jurisdiccionales y/o administrativas lo determinarán, pero de las formas, sin duda la abogada tiene todas las de ganar.
Y así, la vieja canción Republicana juarista de “Los Cangrejos”, parece que se pinta sola para lo que vemos que pasa en nuestro cansado país… y estado… y municipios…