Por todas partes, se hizo bolas el engrudo
Primero en el PAN, ahora va que vuela Morena…
Después del desastroso «ejercicio de la democracia» acostumbrado del PAN, donde por diversas razones, (divergentes, según quien las cuente), están poniendo en riesgo la posibilidad de recuperar la gubernatura, ahora Morena está realizando una serie de maniobras muy extrañas, que de momento, resultan incomprensibles si la idea es ganar.
La lectura que no se hizo esperar, es que el presidente del partido de AMLO, Mario Delgado, decidió que el gobierno estatal no es tan relevante y vale más el pago de favores políticos que recibió en el Congreso, por parte del «Pollo» Gallardo, para allanarle el camino y que el virtual candidato del verde logre ganar.
El tema de Morena de verdad desafía la lógica: una convocatoria, 6 aspirantes (incluidos 4 hombres, 2 de ellos con verdaderas posibilidades) que se comenzaron a mover y a posicionarse, para que de buenas a primeras, ¡palo!, les cambien toda la jugada y los excluyan (al menos a los hombres), para sacar una ¡2a Convocatoria!… en el menor de los casos, eso expone al partido a demandas y a procesos muy engorrosos… en el peor, puede generar fisuras que se conviertan en grietas y aceleren un descarrilamiento.
La política potosina se ha vuelto turbia y es más factible preguntarle a Mhoni Vidente, que arriesgarse a hacer un pronóstico medianamente confiable… quizá lo único real, es que Xavier Nava no será el gobernador, ya no parece tener por donde y ha ido quemando sus puentes; el pleito con el PAN solo va a perjudicar a todos, porque de que puede dividir, seguro puede hacerlo y entonces ni Octavio Ni Xavi… y más aun, en una ciudad que está pagando muchos años de descuido y de crecimiento al mismo tiempo (mala combinación, sin duda), puede allanar caminos para que el PVEM se lleve todo, sin tocar baranda.
Porque si algo los verdes han sabido hacer, es extender esferas de influencia y alianzas. Su trabajo es innegable y aprovechan los entuertos de los demás partidos (y los fomentan a más no poder, dicho sea de paso) y su posicionamiento real es muy fuerte. Para muchos, Ricardo Gallardo es el enemigo a vencer y si ubican un buen perfil en la candidatura a la alcaldía capitalina, pueden ganarle a una alianza que no da pie con bola.
Los acelerones súbitos de la política potosina, solo han generado gruesas capas de incertidumbre que no dan ninguna certeza… en términos más filosóficos, podríamos decir «Yo solo sé, que no sé nada» y parece que así continuará durante un rato.