Contrastes tajantes en la semana
– Nuestros gobiernos no pueden desentenderse de su obligación fundamental de dar seguridad a todos los potosinos.
Sí, se lo habíamos prometido, ¡lo sabemos!, pero no podemos dejar de escribir después de todo lo que ha pasado.
Desde que anunciaron el partido de la Selección Nacional contra Trinidad y Tobago para nuestros Gobiernos todo fue felicidad (y apuración).
Y no era para menos: a los empresarios les urgía un evento así para reivindicar al Estado como sede de partidos de tan enormes dimensiones y por otro lado, sería la manera perfecta de quitarle algo de la mala fama en cuestiones de seguridad que se le estaba haciendo a San Luis.
Por desgracia, cada que daban a conocer un «logró» o «captura» de delincuentes; o simplemente las bonitas y muy bien maquilladas cifras de baja del índice delictivo, les contestaban con un evento cada vez peor y lleno de saña.
Es así como fueron apareciendo personas ejecutadas, feminicidios (cuya cifra sigue creciendo desafortunadamente), decapitadas… en fin, que eran asesinatos o decían que ajustes de cuentas, sin embargo, aún se decía que San Luis era seguro y que qué bueno que no habíamos llegado aún a los niveles de violencia de otros estados como los del norte…
Pero ya no es así y el hito, por desgracia fue cuando se dio a conocer el secuestro, levantón o simplemente la desaparición de un compañero reportero, Daniel Esqueda Castro, quien colaboraba en varios medios informativos. Se dijo desde el inicio, que se lo habrían llevado agentes ministeriales y aunque se esperaba que algo malo le hubiese pasado, en especial por la forma en la que todo pasó, la realidad fue aún peor.
Justamente el día que habría se celebrarse el encuentro del TRI, se descubrió el cuerpo de Daniel abandonado junto a las vías ubicadas por el rumbo del aeropuerto, un día después de que fuera sustraído con violencia de su domicilio. De inmediato los reporteros realizaron una protesta a las afueras del Palacio de Gobierno con pancartas en las que demandaban “No más periodistas muertos”, la respuesta: las autoridades prometieron dar con el o los responsables fuesen o no funcionarios gubernamentales.
Lo que hace que se prendan las alarmas en el gremio, es el hecho de que San Luis ya no es un lugar seguro para ejercer la labor de periodista; es increíble que a pesar de las cifras que se dicen y todos los protocolos de los que se habla, ahora los reporteros, fotógrafos, camarógrafos, videografos, columnistas, en fin todos los que día a día andan en busca de la información para darla a conocer a la ciudadanía, deban de «andar con cuidado» y no decir/ conocer/ saber/ investigar información que moleste a alguien, porque entonces no sabremos que podría pasarle. Si eso sucede, entonces ¿qué se va a informar? ¿Solo los asuntos oficiales?, quizá todo lo que no incomode a nadie pero que restaría la labor de los periodistas. Recordemos que quizá la principal libertad fundamental, es la de expresión, aparejada con la libertad de prensa, pues cuando estas se coartan, ¡todas, todas las demás están en riesgo!
Solo nos queda exigir lo que siempre esperamos, que las autoridades de todos los niveles se pongan las pilar y cumplan realmente con su labor, de lo contrario, no queremos imaginar lo que será en el 2018 con todo el proceso electoral en su pleno apogeo…
#NoseMatalaVerdadMatandoPeriodistas
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