Y ahora, ¡¿Quién podrá defendernos?!
– Hay millones de indecisos… ¡porque los candidatos no convencen!
A poco más de un mes de que concluyan las campañas y llegue el momento de votar, sigue siendo común escuchar “no se por quién voy a votar”, “voy a anularlo”, “votaré por el menos peor”, “lo que sea menos el PRI” y un largo etcétera… y si el “Chapulín Colorado” anduviera por estos planos astrales, probablemente ni él podría enderezar esta terrible situación.
Y es que a pesar de lo que dicen las encuestas, lo cierto es que la indecisión es la mayor y los debates, sí bien han servido para generar cientos y cientos de memes, poco han ayudado para tomar una decisión, en especial si tomamos en cuenta que se han escuchado pocas propuestas y sí muchas denostaciones personales, peleas de kínder pues.
De seguir así, no dude que sí sean unas elecciones históricas y no porque vayan a “sacar al PRI de los Pinos”, sino porque ningún candidato ha logrado convencer.
Y no crea que López Obrador va a la cabeza porque es el mejor, (cuando no pudo hilar una propuesta concreta y viable en los debates en los que participó) no, el va a la cabeza porque pareciera representar una opción diferente a quienes nos han gobernado, porque ya, sus propuestas, lo cierto es que no se ve ni cómo habrá de cumplirlas y mucho menos se ve que sean de real beneficio para el país, solo se puede escuchar un discurso de odio, de división y no por exagerar y recuerde lo qué pasó con el vecino país, en su justa dimensión, pero lo planteado por Trump era igual y como resultado vemos a todos lo que quieren una “América Primero” agrediendo a cualquiera que hable en español y no represente al típico “norteamericano”, odio sin más.
Del lado de Ricardo Anaya, quizá tenga más claro el panorama, pero sus antecedentes de negocios turbios y el apoyo a negocios que lo beneficien solo a él, a la par de lo que dicen de las traiciones que hizo con sus propios compañeros de partido para apoderarse del PAN, dejan mucho que desear y hacen que muchos de plano sientan que no pueden votar por él.
En el caso de José Antonio Meade, si bien hay quienes consideran que es el mejor preparado y sí podría desempeñar un papel “honroso” como presidente, el partido y los intereses que representa lo descartan como opción… hay muchos que literalmente afirman “Él, muy bien, pero llegaría con todo lo que representa el PRI, toda la basura acumulada”.
Finalmente, Jaime Rodríguez, “El Bronco” tampoco representa propuestas concretas, sus planteamientos se acomodan entre la ocurrencia y la payasada y además pocos resultados de su gestión como gobernador en la que se le cuestiona su nulo trabajo en materia de seguridad, el poco trabajo en el combate a la corrupción y en general el no cumplimiento de las promesas de campaña.
En lo local la situación se ve un poco más definida, aunque nadie puede dar por hecho nada, solo que acá el pleito es Todos Contra el Gallardismo y lo que represente y quienes lo representen, lo que lleva a una campaña negra de todos contra todos, que está haciendo que nos olvidemos de las propuestas y el proceso parezca más reunión de doñitas en el lavadero, en los que se incluye no solo a los candidatos, sino a miembros de sus equipos y gente relacionada, o incluso algunos burros (literalmente) que también son exhibidos en los peores desaciertos de algunos políticos potosinos… ¡pobres jumentos, ellos no tienen la culpa!
Lo cierto es que parte de la culpa de que esto suceda se debe a las redes sociales, ya que basta con subir una imagen o un video para que este se viralice y llegue a miles de personas. El problema es que no se queda ahí, sino que el ofendido responde y de ahí al infinito… ¡y más allá!, pero peor aun, la situación se hace más personal al involucrar a familiares o gente cercana.
Veremos que es lo que nos espera en los días siguientes de campaña, en el cual las autoridades aseguran que no hay intromisión alguna por parte del Gobierno, ya que ellos andan bastante ocupados con temas de seguridad o más bien dicho inseguridad cuyas cifras van a la alza… y eso que todavía no llegamos ni a la mitad del año…
